La misión en Lampa de Oro, Nuevo Amanecer, La Milla se inicia con el establecimiento de la Casa Central en Lima – Comunidad de Baca Flor en 1990. Durante estos 33 años de servicio hemos desarrollado diferentes proyectos de pastoral social, evangelización y catequesis con la comunidad.

Las necesidades de salud, al parecer, se van resolviendo en otros espacios y hemos decidido cerrar el Consultorio Médico Parroquial “Santa Rosa de Lima”. Nos vamos agradecidas a la comunidad, a todo el personal que durante 28 años ha colaborado y a todas las instituciones y organizaciones que han contribuido en la sostenibilidad de este Consultorio: Fundación Kambia, Mary  Ward Mission Fund, MWI Irlanda y el IBVM.

Ahora nos maravillamos por todas las cosas que se han logrado y vemos con esperanza el empoderamiento de los laicos y cómo han asumido un rol protagónico, asumen responsabilidades, son los que llevan la pastoral de Capilla Madre del Redentor, la evangelización y la formación catequética. En el camino formativo hemos ido aprendiendo a ser compañeros convocados por Jesús y su palabra, hemos tejido vínculos comunitarios de apoyo, confianza y amistad que se mantienen vivos, así pasen los años o ya no compartamos los mismos espacios.

Los proyectos de pastoral social han estado orientados a las instalaciones de agua y desagüe, construcción de una loza deportiva, muros de contención, la guardería de niños y niñas, un comedor popular, taller de cómputo, talleres de costura y tejido, el Consultorio Médico Parroquial “Santa Rosa de Lima”, botiquines, la sala de estimulación temprana y el segundo piso del local comunal.

Los proyectos para la pastoral catequética fueron la construcción de las Capillas María Madre del Redentor en Lampa I y de la Virgen del Carmen en Lampa II, y salones para las catequesis. Varias de las hermanas trabajamos en la formación de catequistas y animadores, la catequesis para sacramentos, grupos de parejas, grupos de adolescentes y jóvenes, y en el acompañamiento espiritual.

Agradecemos a los amigos y amigas de Lampa de Oro por tanto bien recibido, nadie es imprescindible, la misión es de Dios y Él camina con su pueblo. Salimos de lo conocido y acogemos la novedad, nos sentimos llamadas a movernos hacia otras periferias donde la vida clama, y a trabajar con otros y otras.

Miroslava Santillán
Líder Regional